Maison Meyre

Escondida entre los verdes valles de Soussan, una antigua casa de piedra —golpeada por el paso del tiempo pero repleta de recuerdos— se ofrece una nueva juventud. Frédéric, hijo del pueblo y apasionado de las construcciones antiguas, soñaba con transformar un ala de esta casa familiar en un alojamiento con encanto. Y para dar forma a sus ideas, confió en nosotros: Mon Architecto.

¿Nuestra misión? Donde otros ven muros torcidos y suelos caprichosos, nosotros vemos potencial. Había que crear cinco habitaciones, cada una con su propio baño privado, todo en una casa situada en zona inundable. ¡Todo un reto! Pero con ingenio en el diseño, materiales locales y un aislamiento meticuloso, lo antiguo y lo moderno acabaron dándose la mano.

En cuanto al estilo, apostamos por un contraste armonioso: piedra vista, vigas de madera y una estufa de hierro forjado conviven con un sofá colorido (de esos que invitan a los niños y a las siestas improvisadas) y toques de inspiración española que traen un soplo del sur a la casa.

Frédéric dirigió la obra como un verdadero maestro; nosotros le acompañamos como buenos copilotos, con planos a medida, ideas brillantes y una atención minuciosa a cada detalle. Una bonita alianza entre el saber hacer local y la creatividad personalizada.

Hoy, la casa ha cambiado de rostro, pero no de alma. Acoge a familias, risas, aperitivos bajo las vigas, juegos alrededor de la estufa. Una casa que vive, que vibra, que cuenta una historia —y que inspirará muchas más.

Fotos : Jérémy Tonapani | Moustache Film